lunes, 4 de enero de 2010

Realidad

Si alguna vez traté de volar por los cielos, con mis alas extendidas cual ave. Si alguna vez traté de surcar los mares valiéndome de mis brazos por remos. Si alguna vez traté de bajar de la cima, pido perdón, perdón por dejar de ser yo.

Jamás tuve el placer de degustar el sabor de la eternidad, hasta que un buen día sentí anhelo de lo imposible. Ese día es el hoy y es el mañana. Atrás quedan las pedregosas paredes de la angustia, pues en el calor de tu ser se unen las almas.

El León

Inquebrantable son los escritos del alto mando que pensó por nosotros. Son los que guiaron a este pueblo por el desierto del olvido, tan solo con su corazón y su valía como abrigo. Tiranos reinarían oscuras tendencias, sedientas de kanato tal yelmo antes de ser invadidas por las fuerzas permanentes de la vagancia.

Inquebrantables son mis principios, con los cuales luchare hasta el ocaso de la revolución. O más bien hasta que el día que me vea obligado a cantar en soledad.

Verde y gris

Camina por la selva sin entrometerte en el techo de tus emociones y sin sumar razones al latido. Camina por la ciudad sin poner límite a tu carácter y sin prejuzgar al caminante.

Piensa. ¿Acaso son la luna y el sol tan diferentes?

Yo camino entre los seres al mismo paso, pues en no encuentro el antagonismo entre unos y otros, más soy yo el que se siente observado. Si respondo, no escucharías la verdad. Respira el mismo aire tanto despierto como dormido, quizá sea una autopista de ríos.

martes, 29 de diciembre de 2009

Una

Tú eres todo lo que tengo y tú eres todo lo que necesito, cada día rezo para saber si estas en paz con el vivir. Quiero estar cerca de ti, junto a ti. Estoy hambriento, tú eres como el agua para mi alma cuando estoy sediento.

Sin ti no existo.

Eres el aire que respiro cuando el mundo es tan oscuro que, simplemente, no puedo ver. Con todos ellos, los demonios nos rodean, arrastrándonos al abismo. Pero si creo, si amo, si te veo, seguiré sobre mis dos pies y nunca conseguirán que mi rodilla roce el suelo.

¿Qué es este sentimiento? Mi amor abrirá una brecha en el límite, traspasará el cielo y me entregaré a ti. Solo a ti.

Movimiento

El mundo se mueve al compás de tus voces, las voces que yo oigo al anochecer, tras el ocaso, cuando se dejan ver los espíritus sin rumbo que buscan el anonimato bajo las estrellas. Piensas que son ellos los que causan temor, huyes despavorida de algo que ni conoces. No llames al delincuente al inocente antes de haberle mirado a los ojos, antes de haber escuchado.

Pero tu voz no se aleja por mucho que corra hacía las montañas o porque las escale. Mas es tu voz quien debe guiarme en esta noche sin iluminar, una noche gélida, ni la luna salió a pasear. Ven aquí o desaparece.

Humano

Al fin dejo mi cuerpo descansar. Lo tumbo sobre la hierba en una mañana despejada, cerca de la arboleda del olvido. Atrás dejo los fríos causados por la incertidumbre de no cesar en el empeño de olvidar al habitante de mi profundo sentimiento. Intentaré despejar las nubes, pero que más puede hacer un simple cuerpo de carne y hueso, que más, si ni el cielo puede dejar atrás las tempestades. Una de las miles de eternas condenas a las que estoy atado desde el día que recibí el primer azote, y que perdurará incluso más allá del último sermón del sacerdote.

martes, 22 de diciembre de 2009

La montaña

Estoy sentando, quieto, casi sin moverme.

Son las miradas las que se unen en este cruce de caminos, tan complicado por culpa de unas señales puestas por nosotros mismos. Quizás, si me cruzara contigo, en una pradera, en un lugar muy alejado de los frondosos bosques de la montaña, quizás, fuera diferente. Pero allí es donde habito.

Se que podrás llegar, más yo te espero a mitad de la colina para llevarte en mis brazos. Tan solo he de lograr una igualdad igualitaria, ese pleonasmo que con gran dificultad conseguiré allegar. Llegaré. Llegaremos.