martes, 29 de diciembre de 2009

Una

Tú eres todo lo que tengo y tú eres todo lo que necesito, cada día rezo para saber si estas en paz con el vivir. Quiero estar cerca de ti, junto a ti. Estoy hambriento, tú eres como el agua para mi alma cuando estoy sediento.

Sin ti no existo.

Eres el aire que respiro cuando el mundo es tan oscuro que, simplemente, no puedo ver. Con todos ellos, los demonios nos rodean, arrastrándonos al abismo. Pero si creo, si amo, si te veo, seguiré sobre mis dos pies y nunca conseguirán que mi rodilla roce el suelo.

¿Qué es este sentimiento? Mi amor abrirá una brecha en el límite, traspasará el cielo y me entregaré a ti. Solo a ti.

Movimiento

El mundo se mueve al compás de tus voces, las voces que yo oigo al anochecer, tras el ocaso, cuando se dejan ver los espíritus sin rumbo que buscan el anonimato bajo las estrellas. Piensas que son ellos los que causan temor, huyes despavorida de algo que ni conoces. No llames al delincuente al inocente antes de haberle mirado a los ojos, antes de haber escuchado.

Pero tu voz no se aleja por mucho que corra hacía las montañas o porque las escale. Mas es tu voz quien debe guiarme en esta noche sin iluminar, una noche gélida, ni la luna salió a pasear. Ven aquí o desaparece.

Humano

Al fin dejo mi cuerpo descansar. Lo tumbo sobre la hierba en una mañana despejada, cerca de la arboleda del olvido. Atrás dejo los fríos causados por la incertidumbre de no cesar en el empeño de olvidar al habitante de mi profundo sentimiento. Intentaré despejar las nubes, pero que más puede hacer un simple cuerpo de carne y hueso, que más, si ni el cielo puede dejar atrás las tempestades. Una de las miles de eternas condenas a las que estoy atado desde el día que recibí el primer azote, y que perdurará incluso más allá del último sermón del sacerdote.

martes, 22 de diciembre de 2009

La montaña

Estoy sentando, quieto, casi sin moverme.

Son las miradas las que se unen en este cruce de caminos, tan complicado por culpa de unas señales puestas por nosotros mismos. Quizás, si me cruzara contigo, en una pradera, en un lugar muy alejado de los frondosos bosques de la montaña, quizás, fuera diferente. Pero allí es donde habito.

Se que podrás llegar, más yo te espero a mitad de la colina para llevarte en mis brazos. Tan solo he de lograr una igualdad igualitaria, ese pleonasmo que con gran dificultad conseguiré allegar. Llegaré. Llegaremos.

El ser y el humano

-Me preguntaba cuál sería el cauce de un río de siete metros de profundidad, 14 de ancho y seis kilometro de largo. La verdad es que no estoy muy seguro de si sería capaz de calcularlo. Para empezar, necesito medir la afluencia de agua desde un punto X hasta un punto X+Y. Creo que con poner un medido en la parte sur y otro en el norte será suficiente. ¿Me sigues Mario?

Un silencio, antes de su respuesta.

-Yo solo me preguntaba si sería capaz de encontrar un lugar de tal belleza, repleta de naturaleza y fauna. Un río, donde lo único que sé, es que quiero bañarme en sus aguas.

La diferencia entre el ser y el ser humano.

Unión

Volver a unir el pasado, volver a vivir en la tierra de los olivos, donde nada es como creía aquel que pensaba en los frutos de los árboles. Volver a pisar las praderas, esas campas repletas de colorido, de sabores intensos.

Volver a sentir el flujo de sentimientos, recordando tiempos pasados. Esos tiempos que yo añoro con tal pasión que no pasa un solo amanecer en el que no los recuerde. Esos tiempos lejanos en el tiempo, pero a la vez cercanos en el afecto.

¡Oh de aquellos seres habitantes del presente que sin cesar buscan un futuro omitiendo el pasado!

martes, 15 de diciembre de 2009

Un sol en el cielo

Ando dando vueltas en torno a un círculo del cual se que es más que posible escapar. Es más, levanto la cabeza y veo las salidas. Es esa indecisión de elegir la puerta correcta es la que me corroe por dentro y por fuera.

Pido una muestra, una lagrima, un canto, un lloro. Pido que el agua del que bebo se convierta en vino para que los dos podamos beber sin reparo alguno. Acudir, cada día, a esa fuente de inspiración divina en la que te quiero convertir, en la que te quieres convertir.

¡Si fuera tan agraciado de escribir con tu tinta mis pesadillas acabarían en un amanecer!

Desconozco mi suerte. Vosotros la consideráis capacidad de engendrar o instinto de los fines. Yo sé que eres tú.

Un día más

Observando el mundo desde mi habitación paso los días del año, intentando no dejar escapar ningún movimiento. Giro y viro mi cabeza, más siempre dejo de lado por descuido ese soplido que me intentas hacer llegar.

Quiero que entres al lugar donde jamás me he atrevido a entrar. Descubrir que es lo que se esconde tras ese muro de palabrería y de falsa inocencia, allí donde acaba la sombra de la cortina tras la que habitamos, siendo una sola persona. Una sola alma fusionada junto a la eternidad, unida al deseo del vivir, repleta de manatiales inagotables, de rayos de luz provenientes de tu mirada.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Recuerda

Si soy un guerrero, que lucha por traer la luz ha esta maldad.

Si soy un guerrero, intentando acabar con las sombras del vivir.

Si soy un guerrero, ¿dónde está mi lucha?

Es el alma quien tiene que sobreponerse a la carne, en un intento de recordar nuestras raíces. Si nada más que polvo es mi figura, si nada más que de ello fui creado, es necesidad agarrarme a ti con el puño cerrado y la cabeza bien alta. Seguimos siendo los hijos de nuestros antecesores, hijos del fruto de la vida eterna.

martes, 1 de diciembre de 2009

Diferente

Las ascuas le atraían de una manera sin igual. Era algo que le empujaba a cometer acciones que, simplemente, escapan a la metodología implantada por los sabios maestros que le habían guiado durante su juventud. Llegó el momento de empezar a descubrir el movimiento circular de los manjares más exquisitos, esos de los que los impacientes y los ineptos reniegan, puesto que jamás llegarán a ser partícipes de un sentimiento igual.

Dejó de mirar hacía el camino, descubriendo cual era senda, con paso firme, pero no del agrado de los arquitectos. Esa era la virtud que escondía.

Indecisión

Su vuelta estaba más que prohibida o denegada, era algo totalmente imposible, muy lejos de los alcances de la simple mirada de cualquiera de nosotros. Sin duda su fuego le había trasmitido sus impresiones, más aun en su interior, lugar en donde pocos habían conseguido entrar con tal facilidad.

Es la indecisión de no saber estar actuando del modo correcto, o mejor explicado, de la manera esperada por todos. Ya es tarde para pensar en esos sinsentidos, es la época del amanecer quien debe guiarle por las selvas de la imprudencia.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Mar

Parece que cada mar tiene un faro a sus espaldas. Un faro que lo ilumina durante la noche, dejándolo huérfano por el día, como si todo lo que tuvieran que tratar trascurriría a la luz de la luna, con el calor de un calmado oleaje o a la virulencia de la tempestad marina.

Pero por mucho que por el día lo abandone, la mar continúa su camino, sin apenas echar un ojo atrás intentando adivinar lo dejado tras sus pasos. Así es ella, cruel mientras te envuelve en sus aguas más profundas, repletas de seres, seres moviéndose de un lado a otro sin importarles lo más mínimo aquello fuera de la humedad de sus días.

martes, 24 de noviembre de 2009

El recordar

Antes de que empezase la guerra tenía un gran amigo. Cada navidad, me juntaba con él para discutir sobre los temas que estaban de moda. Cada año agregábamos nuevos temas con perfiles totalmente diferentes: política, economía, salud,… No teníamos motivos para discutir, puesto que, salvando algunas diminutas diferencias, compartíamos los mismos ideales.

Cada 25 de diciembre, en los matorrales que se encuentran al final del rio, allí, que recuerdos me tare verlos cuando paso de camino al trabajo. Cada paso, cada olor, cada color. Todo es un recuerdo.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Las glándulas

-De verdad, que te sigo diciendo que no se lo que significa. No se que diablos quieres decir cuando hablas de segregación epitelial.

-Te repito, una vez más, y no me des más la vara. Segregar es elaborar y expulsar una glándula una sustancia que el organismo utiliza con un fin determinado, por lo que la segregación de las glándulas exocrinas no es algo de lo que debes preocuparte, puesto que jamás te interesó ni lo más mínimo el funcionamiento biológico del interior del cuerpo.

-Pues también es verdad.

sábado, 21 de noviembre de 2009

El Gato

El gato, un ser mas que agradable sobre el papel, no cesó de producir diferente sonidos a lo largo de toda la noche. Seleccionaba sus movimientos como si jugara con el fuego, teniendo grandioso cuidado de no equivocarse, pues se quemaría. Los niños, al pasar cerca de él lo confundían con uno de sus muñecos, esos que guardan en sus habitaciones, como esas brujas con una bola del futuro en la mano o los calendarios que cuelgan de cada una de sus paredes. A menudo, sus padres deben de ir corriendo a la farmacia, a causa del principio básico de la protección: el amor.

martes, 17 de noviembre de 2009

Química

Cuando se le metía una idea entre ceja y ceja, no había quien la cambiase, quien le enseñara el camino o quien le parase. Sinceramente, no éramos capaces. Testadura cual mula, seguía sus propios pasos. No hacía caso de los sabios consejos que le otorgaba el gran anciano de la aldea, más cuando todos bebíamos de su sabiduría ancestral.

Yo, por otro lado, nunca le fallaba, porque una cosa solo tenía clara, y esa era que él jamás me iba a fallar. Es un vínculo muy especial, un enlace pocas veces visto, algo de lo que ni el m´ñas atrevido es capaz de asegurar.

Zinema

Zinema Lumier anaiek asmatu zuten orain dela 100 urte baino gehiago. Urte guztiotan oso ondo joan den negozioa izan da, zinemak bete-betetak egon dira betidanik. Baina gure egunetan, ikusleak galtzen dituzte. Lehen oso arrunta zen zinemara joatea, horrexegatik jende asko astero joaten zen pelikula bat ikustera, dibertigarria, lasaigarria eta nahiko merkea zelako. Gaur egun, berriz, etxean ikusten ditugu filmak, askotan internetik aterata. Ondorioz, negozioa porrot egin dezake. Zergatik ez gara zinemara joaten? Hori da galdera.

Mugikorrak

Gaur egun eskuko telefonoa guztion ezinbestekoa bihurtu den elementua da. Lehen mobila salgai atera zenetik gaur arte, aldaketa handiak nabari daitezke. Aurrerakuntza teknologikoak oso nabariak izan dira. Esate baterako, lehen telefono hauek izugarri handiak ziren, baina gaur egun poltsikoan eramateko tamaina dute. Gainera prezio aldetik asko merketu dira.Beste alde batetik, eskuko telefonoek zerbitzu berriak eskaintzen dituzte. Halaber, planetaren edozein puntutik konekta zaitezke.

martes, 10 de noviembre de 2009

El colega

-¿Y de verdad te hizo eso?

-Así como te lo cuento. Tenías que haberlo visto, algo increíble, vamos, irrepetible.

-Entonces era la prima de ese amigo que conociste en el viaje.

-Bueno, en realidad no eran primos. Tan solo unos conocidos, pero que se llevaban tan bien que decían ser primos. ¡La cosa es que me lo pase de puta madre!

-Ya me alegro. Ojalá yo también pueda ir, quizás el año que viene. Quien sabe, quizá nunca.

-Estate tranquilo, es fácil ir. Si eso le pides a alguien que te ayude y listo.

-Bien. Buenas noches Juan.

-Buenas noches.

Sobre la falta

Llevaba varios años esperando el momento que se le abría ahora delante de su alma. La gente lo recibía con grandes ovaciones, sin apenas haber probado el fruto de sus hablares, y menos aún habiendo disfrutado de ellos. La confusión se apoderó de aquel que había empezado a dar respuestas. Tras un descanso, volvió a abrir sus oídos a las plegarias que recorrían el ambiente, dedicándoles unas palabras:

-Hijos míos, no seáis menos que quien habla en estos instantes. No soy yo quien debe hablar por vuestras gargantas, puesto que cada uno de vosotros, cada uno de vosotras, artesanos, mercaderes, herreros y orfebres, seres y sombras, tenéis que dejar de estar arrodillados, dejad de cantar las canciones escritas y componed las vuestras.

La gente aplaudió con más y más fuerza, llenando de penuria el corazón del pensador.

-Hijos míos: no verán mis ojos el significado de mis palabras.

La gente continuó aplaudiendo hasta el anochecer.


Tratados del Ser

domingo, 8 de noviembre de 2009

Encargo de urgencia

Un día quise comprarme un coche. No era un coche normal y corriente, era mucho más que eso. Era un cochazo. Fui al concesionario, hablé con un señor muy amable y en menos de 15 días ya tenía mi auto.

Al mes siguiente, iba yo caminando por la Gran Vía de mi ciudad, observé unos zapatos que me iban geniales. Entre a la tienda con la intención de hacerme con ellos. Pedí un 43, mi talla habitual, pero no quedaba número. Lo intenté con el 42 y el 44, pero nada, ni por esas. El vendedor pidió un 43, en menos de una semana ya tenía mis zapatos.

Unas horas después, entre a un bar y pedí una cerveza. Me encontré con la mujer más hermosa que jamás había visto. Me senté a lado de ella, al de cinco minutos ya no estaba a mi lado.

martes, 3 de noviembre de 2009

De la mentira

Nadie en la clase, ni fuera de ella, sabía quien había sido o había dejado de ser. El caso es que alguien se dedicaba a hacer el mal sin que los demás nos diéramos cuenta, la cosa empezaba a ser demasiado sospechosa. ¡Las mochilas de siete alumnos habían sido robadas!

El martes a la mañana Juan fue donde el profesor para avisarle que él era la octava persona a la que habían robado. Estaba muy disgustado: todos sus libros, sus apuntes, lápices de colores,… todo, todo desaparecido.

El profesor no lo dudo ni un momento.

-Juan, te acabas de delatar. Devuelve todas las mochilas y asume el castigo-le dijo en voz grave.

-Señor profesor, ¿cómo me ha descubierto?-respondió el campechano Juan.

-No hay más mentiroso que quien se cree sus propias mentiras.

Juan agacho la cabeza. Ese día aprendió una gran lección.

Única

-¡No me gusta, no me gusta! ¡Esto está asqueroso!

La comida que me ponía mi madre era siempre un asco, algo que no era capaz de tragar ni a la fuerza. Era la batalla de todos los santos días, mi lucha continúa por cambiar los gustos culinarios familiares. Yo no era digno de comer esas cosas verdes, ni esas piedras marrones con salsa de agua. Yo era mucho más.

Por ello decidí cambiar de madre. Fui buscando puerta por puerta, de barrio en barrio, hasta topar a la madre perfecta. Por fin di con ella, ¡qué feliz iba a ser!

Me encantaba su comida, su compañía y su hogar.

No tarde ni dos días en volver con mi verdadera madre.

La fortuna del tiempo

Eran como las seis o siete de la mañana de un frío domingo. Por el camino encontré una moneda recubierta de tierra en un lado del sendero. Parecía una moneda antigua, estaba bastante oxidada y casi no podía diferenciarse el dibujo del relieve. Antes de recogerla pensé que podría tratarse de una antigüedad con valor, quizá de antes de la guerra.

Pero al tenerla en mis manos y observarla fijamente, me di cuenta de que no era más que una moneda de cinco centavos, algo normal y corriente, que con el paso del tiempo en un lugar tan húmedo había quedado deteriorado.

Cavé una pequeña fosa, donde deposité la moneda. Volví a echar la tierra y marche hacia casa, con el pensamiento de que algún día alguien tendrá más fortuna que yo.

martes, 27 de octubre de 2009

De las artes del mercadeo

Andando por el bosque me encontré con un señor dotado de un gran bigote, al que desde el inicio le consideré un caballero en toda regla. Llevaba puestos unos zapatos de charol, yo diría que del 43, los cuales brillaban de lo cepillados y limpios que se encontraban. Los pantalones eran de un marrón oscuro muy parecido a la madera del salón de mi apartamento.

Antes de que pudiera echarle un vistazo de arriba abajo fijándome en toda su indumentaria, el señor me lanzó una pregunta:

-Buenos días amable campesino. ¿Podría decirme la hora por favor?- metió la mano en su bolsillo en busca de un aparato dorado- Tuve el infortunio de dejar caer mi reloj en un charco, con las consecuencias que eso trae.

-Lo siento, no tengo reloj, nuca he tenido uno. Pero sé que son sobre las 11 de la mañana, aunque, como ya le digo, no estoy seguro.

-No pasa nada buen hombre de dios-me respondió en un dulce tono- acabo de recordar que llevo dos relojes en mi maletín-volvió a meter su mano, esta vez en una especie a maleta pequeña-. Si, aquí están. ¿No querrá que le venda uno? Son de excelente calidad, así podrá saber la hora en cualquier momento y situación, sin necesidad de estar en duda. Solo le costará 3 monedas. ¿Qué le parece?

El ímpetu con el que se expresaba me animó a creerle. Bien cierto era que un reloj me era útil. Asique acepté, compre el reloj, proseguí mi camino y él el suyo.

Un frasco

Es la locura quien me atrapa en este frasco tan frágil como el cristal. Intentar escapa de él me delataría de tal manera que no podría mirarme a los ojos sin sentir vergüenza. El lunes el clima fue espantoso, no cesó de llover durante todo el día. Al igual que el miércoles. El martes y el jueves fueron algo distintos, pues el sol lució su mejor cara regalándonos una sonrisa.

Por eso ha dejado de importarme el clima. Al igual que me decepciona constantemente mi debilidad lo hace el tiempo. Es algo invariable. Pero ya sabéis que nada de eso me preocupa en absoluto, pues el cambio ha de venir del centro, impulsado con la fuerza de un tornado en pleno apogeo. Nunca me engañaron los intentos de las concubinas, tratando de mezclarme esos dos conceptos, haciéndome caer en la trampa de los sentidos.

Hoy miro al mundo, sé que no tiene dueño.

Desde las alturas

Siempre quise diferente al resto. Desde el primer momento alcé mi cabeza por encima del resto en busca de eso que yo necesitaba, eso a lo que yo llamo ser único. Me gusta tratar de encontrar aquello en lo que creo, por mucho que tenga que dar mil y una vueltas, seguiré buscándolo.

Iba yo con mi cabeza bien erguida, la vista clavada en el cielo, cuando vi que alguien me miraba desde este. ¡No puede ser! Estaba totalmente convencido de mí, no podía creer que allí arriba hubiera gente mirándome como si fuera un insecto, una marioneta. Necesitaba respuestas. Las necesitaba ya, ahora, al momento.

Fue entonces cuando agaché el cuello y mire al suelo.

Fue entonces cuando me di un golpe durísimo.

martes, 20 de octubre de 2009

Reir

-Da paso al Guardián, no le mires a los ojos, no le toques, no le saludes, no le mientas, no le pises; y sobre todo, dale paso.

-No pensaba hacer otra cosa, no comprendo lo que te inquieta para hacer que yo sea protagonista de tan vulgar orden.

-Razón llevas. Ahí llega.

Pasó el Guardián por la puerta, saludo al soldado y nada más elevar su pierna para alzarse al primer escalón, cayose armando un brutal esperpento.

-Me debes 10 monedas.

-Sí, te las debo.

Los dos rieron.

No te muevas, quédate conmigo. Dime que es real.

Un espejo en donde encuentro al sol y a la luna jugando en el crepúsculo de sus idas y venidas, el aroma que activa en mí siete u ocho sentidos, esa llama que no necesita combustible. Te digo algunas cosas y otras muchas me las callo, pero no importa, nos sobra lo perecedero, lo frágil al invierno y al calor del fuego. No hace falta la presencia de la palabra, de sobra entiendes lo que no pronuncio. Es la diferencia de vivir en un sentimiento profundo.

Me acuesto, te encuentro; despierto, me apareces.

Recuerdo el canto de las sirenas, tocando con su arpa y sus cuerpos semidesnudos, llamando a mi puerta o abriéndola sin llave. Sí, las recuerdo. Es más, todavía las escucho. No entiendo, escapa a las razones y a los impulsos, ¡oigo los cantares de las dulcineas y no corro tras su aroma!

Me he envuelto en tus brazos de tal forma que no quisiera moverme ni ante la presencia de la mismísima Afrodita. Por ello ruego a la vida por la gracia que me ha otorgado. Un ruego a un Coloso para que mantenga viva la esperanza de permanecer en el edén junto a ti, de pasar inadvertidos ante el árbol pecaminoso y de no confundir el amor con el deseo, ni con el mal amor hacia uno mismo. Contigo soy uno.

Si te echas a andar, que sea junto a mí, junto a aquel que te dará la mano impidiendo tu tropiezo en los baches de la desdicha. Aquel que no te mira, sino que te ve.

Hoy sonríes. Sé, que si te quedas, mañana lo volverás a hacer.




Iñaki Burguera

lunes, 19 de octubre de 2009

Sobre el reflejo del mundo

Mientras camina a la par del manantial, observando toda la vida que le rodea, no cesa de sentir. Volvió la mirada sobre la roca que acababa de dejar atrás. Un suspiro. Un segundo suspiro.

-¡Esta es la prueba definitiva que andaba buscando! Siempre encontramos en nuestra madre lo que en otros lugares nos resulta incomprensible, inencontrable e inhóspito.

Los chillidos procedentes del pueblo seguían acercándose sin pausa.

-Una inmensa piedra, por lo menos llevará aquí siete siglos. No se moverá si nadie la empuja, no se romperá si nadie la golpea, y mucho menos cambiara si nadie la molesta. Sobre ella ha crecido la vida: florecillas, musgo, hierba, pequeños insectos, guaridas de roedores,… Una infinitud de alegrías habitan en ella.

Una hora estuvo contemplándola; no cambio nada. Podría estar delante de ella años, y, salvo superficiales alteraciones, la roca se mantendría sana. Esa era la prueba.

-¡Es la tristeza de no poder pasear por camino de Heráclito la que me sacude el alma! Luchamos contra nosotros mismos, la madre es sabia, la madre nos da lecciones día a día, ¡más no sabemos verla!

El hombre no debe de entrometer su juicio en medio de sus pasos. Debe de caminar erguido con la cabeza bien alta. Al agacharla es cuando caemos en tentación de defenestrar nuestro futuro. Los pueblos han de seguir la meta marcada por Ella,¡por el jamás imponed una voluntad a la marcha!

-¡Alumbremos el camino de una vez por todas! Es la vida de este pequeño submundo el reflejo de nuestro deber, esa obligación en la que hemos convertido a la razón.

-¡Daré de beber al pueblo al igual que esta roca ga saciado mi sed!

Tratados del Ser

Iñaki Burguera

lunes, 12 de octubre de 2009

Auto suicidio

-Digo, y no me equivoco, si digo que ya está bien que en tu casa hallas plantado un árbol siguiendo los consejos adquiridos del libro que ese maldito rufián, semi-reptil, especie de lagarto te obsequió por mentirle a la cara diciéndole que esa asquerosa nariz repleta de fluidos verdes, que más bien simula a un laberinto dibujado por la santa mano de un médico que arrastraba su lápiz por el cuerpo de un folio en un estado opuesto al óptimo, es un cuerpo ignífugo resistente al vuelo de una orbe que planea con acierto sin que nadie le llame la atención.

-Parece mentira, y no miento, que no me conozcas. Tantos años compartiendo un mismo sueño y ahora, a última hora, me vienes con estas.

La traición fue, es y será por siempre el primogénito de todos los pecados.

Mil años de castigo caerán encima de quien tenga la osadía de faltarse a sí mismo convirtiéndose en un vulgar mercader.

Sobre el saber pensar

Antes de adentrarse en el pueblo para toparse con el rebaño, se detuvo un instante y cogió aire, llenando los pulmones de ese bien, casi siempre, puro. Caminó durante unos minutos hasta llegar a un manantial de donde el agua brotaba de unas rojizas rocas.

-No debéis de de temer a la corriente ni al fluido, más solo cuando estos escriben poesía se crea la vida- se agachó y tomo un primer sorbo-. Del movimiento nacen las ideas del hombre, nada más que en el movimiento se cosechan las virtudes únicas.

Alzando la cabeza se dirigió al gran techo, dedicándole una sonrisa.

-¡Siempre mi meta tú serás! ¡No quiero huéspedes provenientes del invierno ni anfitriones del verano! -Una solitaria lágrima recorría su mejilla.

Es el sentir de los polos y la sensación de nadar en un estanque la que al ser le hace suspirar. Los anfibios se sienten cómodos, las aves lo aborrecen. Es la altura la que nos da esa perspectiva necesaria para desenmascarar a lo perecedero, acercándonos a la luz.

-La hora ha llegado.- Bebió un segundo sorbo, se levanto y comenzó a caminar.


Tratados del Ser.

Iñaki Burguera

jueves, 8 de octubre de 2009

Sobre el retorno

Por todo el pueblo corría la buena nueva.

-¡El hijo pródigo ha regresado!- gritaba la muchedumbre al conocerla.

Las gotas cesaron en aquel instante. Siempre hubo quien alargó una sombra con el fin de derrocar al pensamiento que nunca quiso, ni querrá, imponerse a la espiral fuertemente arraigada en el seno del hombre. Esas son las sombras contra las que lucha, la oscuridad de la que algunos se aprovechan para esconderse de una luna llena que crece sin encontrar metas.

Y llegó el día. Y la noche. Ninguna cede.

Mientras quede una gota de la que resguardarse el cielo no brillará con todo su resplandor, el brillo insaciable buscado por aquellos que permanecen en pie de cara a la tormenta. Es el grito de los mudos quien retumba en los oídos de los aquellos. Esos cuyas rodillas no están hechas al lodo y jamás podrán acostumbrarse a callar.

-Compañeros del día y de la noche, ofrecedme un vaso de agua, pues sigo sediento.

Tratados del Ser

Iñaki Burguera